Por los siglos de las siglas

         La memoria –ese laberinto que esconde y destapa a su acomodo– no me ayuda a precisar cuál fue la primera sigla que aprendí, pero la que aparece así de pronto es INRI. Figuro entonces que a principio de los 70 del s. XX, el yo-niño le preguntaría a algún compañero de primaria. ¿Sabe qué quiere decir el letrero que tiene el Cristo sobre la cabeza? No. Pues Iesus Nazarēnus Rex Iudaeōrum, o sea, Jesús nazareno rey de los judíos. Ahhh. Sólo lo simulo, pero lo claro es que un crucifijo sí estaba en la pared del salón de clase. Y para seguir con los latines (y con la religión) después vi el tal R.I.P en alguna pieza de humor gráfico. No supe qué era, pero como estaba sobre una tumba, pues bueno, pensé que algo relacionado con la muerte debería ser.

         Para exagerar un poco, podría preguntar y responder. ¿Qué es un ser humano? Pues una isla rodeada de siglas por todas partes. (Y de sus primos los acrónimos). Además, creo que nos fascina crearlas, son muy útiles; sirven por ejemplo para alardear como escolar. O para crear una propia con las iniciales de nuestro nombre, a que sí. Otra que debió ser de las primeras que conocí fue E.S.M. así con puntos, aunque la señora RAE diga que no debe llevarlos. Lo escribía mi mamá debajo del destinatario en los sobres de las tarjetas navideñas. Me explicó: quiere decir, En Sus Manos. Ahhh. Y es para cuando se entrega en persona. Ahhh. El yo-niño-grande juega con el buscador de Internet y escribe ESM. La sigla en cuestión es una consultoría, un instituto de investigación, una institución financiera europea, una empresa de minería, otra medioambiental… Libertad de profusión y de confusión. Bien, y cuando llegaban invitaciones, en la parte baja de la tarjeta aparecía en una fuente cursiva muy adornada R.S.V.P. pero no pregunté, tal vez porque la invitación era para los papás y no iba conmigo las cosa; y de haberme interesado, aunque fuera muy francesa la sigla, imaginé algo como: Reservado Sólo para que Vayan los Papás.

         Sí, sitiad_s por todas partes. USA con su poderío entró también en la colección, con el posterior aprendizaje de otras como la CIA y su la caterva de espías cinematográficos, los níveos asesinos del KKK y años más tarde, la grasa aviar del KFC. Por supuesto, la URSS no podía quedar atrás. (recuerdo que los futboleros colombianos decían que CCCP –nombre de la Unión en alfabeto cirílico– quería decir Con Colombia Casi Perdemos, en alusión al empate mundialista 4-4 con este país, en el lejano 1964). Bueno, los rusos, los malos de las películas y de algunas realidades, tenían por su parte a la KGB, ahora SVR, que sigue aplicando tratamientos muy efectivos para que sus detractores cierren el pico. Y ya que estamos en deportes, las organizaciones guerrilleras de mi país también entraron en el diccionario. ELN, FARC, M-19; o movimientos de otros países como el irlandés IRA, ETA en España o el FNL vietnamita. Igualmente, las fechas memorables no han escapado a ser siglarizadas, como el 23-F postfranquista o el 11-S (9/11) muy yihadista. Cuánta violencia alrededor. El ser humano no sólo es un virtuoso creando siglas.

         OK (¡qué anticuado decir ohey!), si quisiera cerrar con un mensaje al estilo redsocialista sigloventiunero (un neologismo no es una sigla ni aspira a serlo) podría ser este: THX (gracias) por leer de nuevo. PLS (please) sigan haciéndolo. IMO (in my opinion) no les hace LOL (reír a carcajadas) pero tampoco les hace daño. XOXO (besos y abrazos).