El inmenso aprieto del mundo retratado con la lucidez de las cosas pequeñas.

Libro autogestionado, presente en la 26º Feria Internacional del Libro de Bogotá y presentado en la Galería d’Art Paspartú de Barcelona, en las librerías Luvina y Prólogo Libros de Bogotá, en el Museo Anzoátegui de Pamplona, la Biblioteca Julio Pérez Ferrero de Cúcuta y la Escuela de bellas artes de Ocaña.

Cortoletrajes de Luís Luna Maldonado
El mundo cotidiano, rutinario, carente de grandes expectativas pasa a ser un mundo enorme en el que el autor se desenvuelve con gran facilidad, sin caer en ningún momento en la monotonía ni en el aburrimiento. Se trata de la vida cotidiana analizada con la mirada de un entomólogo muy versado en letras y acostumbrado a observar de un modo propio, a veces retador y contradictorio.

La calidad de la escritura del autor presenta una serie de cuentos en los que lo importante es la complicidad con el lector, el juego –y el jugo- que cada lectura saca de estos relatos. Son unos textos posmodernos porque no se completan hasta que el lector no pone su mirada en ellos y los complementa, juega, analiza o consume.
— Pilar Gómez Esteban Escritora y Directora del Taller de Escritura Creativa. Madrid

Sinopsis:

38 relatos cortos en los que personajes urbanos remolcan sus pequeñas ruinas por escenarios imprecisos, o pasean sus apetitos en ciudades como Londres, Bogotá o Barcelona; flashes cotidianos de mujeres y de hombres sin cara que podrían ser cualquiera de nosotros.

Para la muestra, tres cortas muestras:

Mayúsculo error

Al confesarle que me había comido una Azucena, una Margarita, una Violeta y una que otra Rosa, ella me tachó de sinvergüenzamachomujeriego y cortó nuestra primera cita de tajo.

No alcancé a decirle –mientras la veía alejarse con ese caderaje de cataclismo– que yo tan sólo era un simplevegetarianoexperimental.

Academia

Señores congresistas, señoras congresistas, señoras diputadas, señores diputados, señores concejales, señoras concejalas, señoras académicas, señores académicos, señores doctores, señoras doctoras, señores directivos, señoras directivas, señoras profesoras, señores profesores, señores padres de familia, señoras madres de familia, queridos alumnos, queridas alumnas, respetados empleados, respetadas empleadas, señoras y señores:

El presidente de la Academia, al terminar el saludo que daba paso a su discurso sobre la paridad de género en el idioma castellano, se dio cuenta de que mujeres y hombres –todos por igual- se encontraban profundamente dormidos.

Y dormidas.

Plagio

Cuando Colón llegó, ya estábamos aquí.

A Don Augusto Monterroso, que el dinosaurio tenga en su gloria.